Los pilotos del equipo BMW Motor Cadí, Salvador Servià y Enric Palacios, abandonaron el Dakar durante la disputa del sábado 7 entre Atâr y Nouakchott
Al tratarse de una jornada llena de dunas y arena, esto exigía el máximo a las mecánicas, y el motor al no tener la suficiente presión de aceite no comprimía lo debido y era imposible superar las dunas. Una vez abandonaron, la aventura para sacar el coche de allí no fue fácil y gracias al apoyo prestado por el manresano Pep Vila, que también abandonó la prueba con su camión Iveco, pudieron sacar el BMW X5 de allí y repatriarlo hacía Dakar.
Enric Palacios, responsable del equipo BMW Motor Cadí comenta, “se nos puso todo en contra a lo largo de dos días y en el Dakar esto se paga, y más cuando sucede a lo largo de las etapas más duras de la prueba. La fuga de aceite y la pérdida de compresión del motor nos impidieron poder seguir adelante y superar las dunas de la etapa. Tras el abandono las cosas se complicaron, ya que no podíamos recuperar el BMW X5 y tuvimos que estar dos días en el desierto esperando que nos vinieran a remolcar, una situación muy complicada ya que estábamos rodeados de dunas y sin poder utilizar el motor de nuestro coche, necesitábamos algún camión muy potente para sacarnos. Finalmente Pep Vila, que abandonó también la prueba, nos vino a auxiliar con su Iveco y nos sacó de aquel infierno de dunas, estamos muy agradecidos de su ayuda, ya que sin él no se si podríamos haber sacado el coche de allí”.
Por su parte Salvador Servià, también se mostraba disgustado por no poder llegar a Dakar, “este año el proyecto del equipo BMW Motor Cadí era muy ambicioso y compacto, pero no hemos conseguido llegar a la meta. Fueron una serie de fatalidades que se juntaron en las etapas más complicadas y esto nos llevó al abandono. Es una lástima, ya que afrontábamos esta prueba con la máxima ambición y con ganas de alzarnos con un gran resultado pero no ha podido ser, este era mi Dakar número 16 y mi cuarto abandono”.
El otro BMW X5 del equipo BMW Motor Cadí pilotado por Jordi Gaig y Miquel Amblàs también se vio obligado a abandonar, también fue en la octava etapa y en este caso por un problema con la transmisión.
Enric Palacios, responsable del equipo BMW Motor Cadí comenta, “se nos puso todo en contra a lo largo de dos días y en el Dakar esto se paga, y más cuando sucede a lo largo de las etapas más duras de la prueba. La fuga de aceite y la pérdida de compresión del motor nos impidieron poder seguir adelante y superar las dunas de la etapa. Tras el abandono las cosas se complicaron, ya que no podíamos recuperar el BMW X5 y tuvimos que estar dos días en el desierto esperando que nos vinieran a remolcar, una situación muy complicada ya que estábamos rodeados de dunas y sin poder utilizar el motor de nuestro coche, necesitábamos algún camión muy potente para sacarnos. Finalmente Pep Vila, que abandonó también la prueba, nos vino a auxiliar con su Iveco y nos sacó de aquel infierno de dunas, estamos muy agradecidos de su ayuda, ya que sin él no se si podríamos haber sacado el coche de allí”.
Por su parte Salvador Servià, también se mostraba disgustado por no poder llegar a Dakar, “este año el proyecto del equipo BMW Motor Cadí era muy ambicioso y compacto, pero no hemos conseguido llegar a la meta. Fueron una serie de fatalidades que se juntaron en las etapas más complicadas y esto nos llevó al abandono. Es una lástima, ya que afrontábamos esta prueba con la máxima ambición y con ganas de alzarnos con un gran resultado pero no ha podido ser, este era mi Dakar número 16 y mi cuarto abandono”.
El otro BMW X5 del equipo BMW Motor Cadí pilotado por Jordi Gaig y Miquel Amblàs también se vio obligado a abandonar, también fue en la octava etapa y en este caso por un problema con la transmisión.
Media Racing - Comunicación